Los motores neumáticos introducen aire en la cámara, aumentando la presión dentro de ella, lo que empuja el pistón a su longitud máxima. Luego, el aire se libera y el resorte al que está sujeto el pistón lo retrae a su posición original, completando así el ciclo. En términos generales, el motor es muy similar a los motores de combustión interna y, por lo tanto, puede utilizar una amplia gama de soluciones técnicas, acortando el ciclo de desarrollo, lo cual también atrajo a GM hacia este concepto.
Con esto en mente, es hora de responder a la pregunta más intrigante: ¿cuáles son los beneficios del aire comprimido frente a los vehículos eléctricos (EVS) y los vehículos de combustión interna (ICE)? Bueno, el beneficio más notable es, por supuesto, el hecho de que es cien por ciento libre de contaminación. Es simplemente aire presurizado, lo que significa que no se produce daño ambiental mientras funciona. Como resultado, los motores de aire comprimido resuelven uno de los mayores problemas de los motores de combustión regulares, que es la contaminación directa del medio ambiente. Los motores de aire comprimido también superan a los EVS en este aspecto, ya que fabricar un motor de aire comprimido es mucho más barato y no requiere materiales de tierras raras, a diferencia de las baterías o los motores eléctricos. No mencionar que alimentar los EVS tampoco es totalmente verde, ya que la red todavía depende principalmente de los combustibles fósiles para producir electricidad.